“La Novia del Lago”

En un pequeño pueblo rodeado de montañas, existía un lago de aguas cristalinas que se decía tenía poderes mágicos. Las leyendas hablaban de una hermosa joven llamada Elena, que vivía en las orillas del lago y pasaba sus días recolectando flores y cantando melodías suaves que resonaban en la brisa. Era conocida por su belleza deslumbrante y su bondad, y todos los jóvenes del pueblo soñaban con ganarse su corazón.

Sin embargo, Elena se había enamorado de un forastero que llegaba a la aldea cada verano. Su amor era profundo y verdadero, pero había un problema: el joven, llamado Tomás, tenía una vida en la ciudad y solo visitaba el pueblo durante la temporada de cosecha. Cada año prometía regresar, pero cada año su ausencia dejaba a Elena más desolada.

Una noche de luna llena, desesperada por la falta de noticias de su amado, Elena decidió visitar el lago. Al llegar, las aguas brillaban como espejos, y su tristeza se transformó en un lamento que resonó en la oscuridad. En su desesperación, pidió al lago que le concediera un deseo: reunirla con Tomás para siempre.

Las aguas comenzaron a agitarse, y una figura emergió de la profundidad. Era una antigua deidad del lago, conocida como La Novia del Lago, quien había perdido su amor hace siglos. Conmovida por el dolor de Elena, la deidad le ofreció un trato: si estaba dispuesta a dejar su vida mortal, podría unirse a su amado en un mundo mágico debajo de las aguas.

Elena, cegada por su amor, aceptó sin dudarlo. La deidad le dio un anillo mágico que le permitiría respirar bajo el agua, y en un instante, la joven se sumergió en el lago. Sin embargo, al tocar el fondo, Elena se dio cuenta de que había cometido un grave error. La belleza del mundo acuático no podía llenar el vacío de su corazón; Tomás no estaba allí.

Desde aquel día, los pobladores del pueblo comenzaron a escuchar el eco de su llanto en las noches de luna llena. Dicen que Elena se ha convertido en una sirena, atrapada entre dos mundos, buscando a su amado y lamentando su decisión. Aquellos que se acercan al lago en busca de la legendaria belleza son advertidos que no se dejen llevar por la tristeza de su canto, pues la Novia del Lago, con su belleza y su lamento, puede arrastrarlos a las profundidades para unirse a ella en su eterna búsqueda de amor.

Así, la leyenda de la Novia del Lago se transmite de generación en generación, recordando a todos que el amor verdadero no debe ser tomado a la ligera y que los deseos pueden tener un costo terrible.